jueves, 26 de enero de 2012

Introducción

Los arquitectos cuando diseñan una vivienda están creando a la vez un estilo de vida para sus futuros habitantes. En muchas ocasiones este no se corresponde con la persona. Por lo tanto, ¿deberíamos adecuar la vivienda a cada estilo de vida? ¿cómo podemos saber cual es el estilo de vida adecuado para cada persona?

Muchas veces, al diseñar nos olvidamos de que estamos respondiendo al encargo de un “cliente”, de una persona o entidad que necesita solucionar un problema determinado, y el ego juega en nuestra contra, incitándonos a realizar caprichos formales que en su mayor parte no tienen que ver con el problema arquitectónico.

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